miércoles, 12 de junio de 2013

¿Habéis sentido esa sensación alguna vez?

Un escalofrío sofocante.
La vibración que una nota provoca cuando impacta en tu piel.
Como de arañazos por tus encías al sonreir sangrando.

Alguien a quien ni resultas importante te pregunta "¿Cómo estás?" Nunca una pregunta fue tan difícil y abstracta.

Es el instante del tiempo parado justo antes de que se desplomen los cimientos del rascacielos más alto de Estados Unidos.

Es el tácito y vertiginoso cierne apresurado de la gravedad  concentrado en la superficie de una millonésima parte de un nervio.

Es un abrir y un cerrar.
Un vacío mental que combustiona nostalgia.

Es un suspiro, un expirar en muerte para retroceder en el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario